N. 7.138/17
Panamá, 22 de Junio de 2017
Excelencia Reverendísima:
Mientras se hace pública la noticia de que el Santo Padre Francisco ha tenido a bien nombrarme Nuncio Apostólico en Ecuador, me dirijo a Usted y, por su medio, a todos los Obispos de ese País, para enviarles un fraterno saludo.
Tras ocho años y medio en Panamá, precedidos por casi cinco años en la República del Congo y en Gabón, la Providencia me envía a la Nunciatura Apostólica en Quito.
Deseo asegurarles que llega como Nuncio Apostólico una persona con ganas de escucharles y de aprender, decidido a conocer y a amar a esta Iglesia particular a la que el Señor, a través del Papa Francisco, hoy me envía. Como el mismo Santo Padre nos pidió a sus Representantes hace unos meses (17.09.2016), voy dispuesto a “estar allí con todo el ser, con mente y corazón indivisos; a deshacer las propias maletas para compartir las riquezas que se llevan consigo, pero también para recibir lo que aún no se posee”.
No llevo ningún programa personal a Ecuador. Solo trataré, con todas mis fuerzas, de ser expresión de la atención y del amor del Santo Padre y de “interpretar con el corazón indiviso, con la mente integra y con la palabra sin ambigüedad lo que el Espíritu Santo pide a Pedro que diga a la Iglesia en este momento”.
Visitaré las jurisdicciones eclesiásticas, los institutos religiosos, las parroquias, los seminarios… con la actitud de ir “ir al encuentro, escuchar, dialogar, compartir, proponer y trabajar juntos, para que se transparente un amor sincero, simpatía y empatía con la población y la Iglesia local”.
Sólo les pido que me encomienden al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, que recen por mí, que desde ahora me preparo a cambiar el istmo de Panamá por la mitad del mundo. Llegaré a Quito tras haber visitado al Santo Padre y escuchado de sus labios lo que Él desee que su Representante lleve a cabo en Ecuador.
Me es grata la oportunidad para enviarle mis más cordiales y fraternos saludos en el Señor.
Mons. Andrés Carrascosa Coso
Nuncio Apostólico
A su excelencia Reverendísima
Mons. Eugenio Arellano Fernández
Vicario Apostólico de Esmeraldas
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana
Quito, Ecuador