Mensaje de la CLAR sobre Venezuela

Bogotá, D.C., 5 de marzo de 2014

PROT: 0.22.1-03

Hoy, miércoles de ceniza, inicio del camino cuaresmal hacia la pascua, la Presidencia de la CLAR se hace voz de las Conferencias Nacionales y de las Religiosas y los Religiosos del Continente, para expresar su cercanía al pueblo venezolano, a la Conferencia Episcopal de Venezuela, CEV, la Conferencia Venezolana de Religiosas/os, CONVER, y la Familia Salesiana de Venezuela, con motivo de la actual problemática de esa nación hermana; situación que ha frustrado el gesto de solidaridad de la Junta Directiva del año pasado de reunirse este 2014 en Caracas.

1. Tal como lo hemos manifestado ya al Rector Mayor de la Congregación Salesiana, nos ha dolido el asesinato en Valencia del vil asesinato del P. Jesús Erasmo Plaza Salessi y del Hno. Luis Edilberto Sánchez Morantes, así como los muertos, los heridos, los encarcelados de manera arbitraria –en su mayoría jóvenes-, los exiliados, la violación de los derechos humanos, el vandalismo, los saqueos, los destrozos de los bienes públicos y privados, la represión estatal, la irrupción de grupos civiles armados, la censura de los medios de comunicación… que se han dado durante las manifestaciones de las últimas semanas. Nos causa sufrimiento el deterioro del tejido social, la división nacional, la progresiva polarización de la sociedad, la intolerancia, así como la escasez de alimentos y de elementos básicos, y el detrimento de los servicios públicos.

2. A la escucha de Dios donde la vida clama, tal como reza el lema del actual trienio, coherentes con la línea de acción de nuestros Horizonte Inspirador sobre “la profecía del diálogo” e inspirados en el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2014 que nos invita a la “proximidad...en la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la encarnación y de la cruz ”, invitamos a este pueblo hermano a mantenerse en las “trincheras de la libertad”, mientras que nos comprometemos a superar la “globalización de la indiferencia”, avanzando durante el desierto cuaresmal hacia la “gente de la periferia”, y a elevar nuestra oraciones al Dios de la vida, al Vencedor de la muerte y del pecado, y a la Virgen que estaba de pies junto a la cruz, porque ‘la sangre de los mártires sea semilla de justicia, reconciliación y paz’. En Él y Ella,

Hna. Mercedes Leticia Casas Sánchez, F.Sp.S.

Presidenta

P. Gabriel Naranjo Salazar, CM

Secretario General