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CARTA ABIERTA

A LOS PODERES DEL ESTADO ECUATORIANO

 Quito, 4 de octubre de 2017

Quienes forman parte del Movimiento Católico Mundial por el Clima de Ecuador, en su compromiso con el cuidado de la casa común desde una perspectiva de la ecología integral, llama a los poderes del Estado Ecuatoriano a:

1. Establecer políticas que protejan la naturaleza desde una perspectiva integral, en la que no predomine el tecnicismo como base para la explotación de recursos, ni el biocentrismo como base para descartar a los grupos humanos que viven entorno a los mismos.

2. Detener de manera inmediata todo tipo de explotación en los territorios determinados como zonas de transición u ocupación temporal reiterada de los pueblos en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane y garantizar la protección tanto de estos, como de los recursos naturales de los que se abastecen.

3. Eliminar políticas que favorecen el extractivismo y revocar las concesiones mineras que no han seguido el debido proceso de consulta a las comunidades locales en favor de otras alternativas económicas que garanticen una vida sana conforme a su cultura y cosmovisión. Se hace una mención especial al Proyecto Mirador.

4. Procurar políticas que permitan la transición al uso de energías limpias, como factor determinante para la abolición del uso de combustibles fósiles, y la desinversión tanto de instituciones públicas como privadas de estos últimos.

5. Impulsar leyes que resguarden la biodiversidad genética del país y se derogue todas aquellas que constituyen una amenaza para la misma. Se hace mención especial al ingreso de semillas transgénicas al país.

6. Garantizar un sistema educativo laico que responda a fundamentos científicos y que se enmarque en la cultura, lengua y religión de la población. En este sentido, son los padres los principales responsables de la educación de sus hijos, y su rol no puede ser reemplazado por el Estado.

7. Promover políticas que garanticen la promoción de la ecología humana, fundamentadas en la ciencia y biología que reconocen al género humano con sus dos sexos, hombre y mujer.

8. Establecer políticas de salud pública que garanticen el cuidado de la vida desde la concepción, durante su desarrollo en un ambiente sano libre de todo tipo de contaminación, hasta su muerte natural.

La presente Carta es respaldada por académicos y profesionales en distintas ramas de las ciencias, y hacen un llamado a la población a participar de manera activa en la defensa de los anteriores postulados. 

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