Fiesta María de Guadalupe
En el día tan especial de Nuestra Señora de Guadalupe, celebramos tres momentos grandes, también, con esa advocación:
- A nuestra Señora de Guadalupe, como patrona de América latina
- A nuestra señora de Guadalupe como patrona de este Monasterio
- Y a Guadalupe, nuestra hermana.
La Palabra de Dios nos habla de una familia, que -como toda familia- ve a su hijo crecer. De un niño, que va pasando a ser independiente, a ser hombre; y de sus padres que viven esto entre ilusión y desconcierto. Este hijo -aparentemente- se pierde, así lo vive su madre María. Y aquí vemos a esta mujer, a María la madre de Jesús, llena de angustia, junto con José su esposo. Vemos así a una María muy humana y muy creyente, para quien no se le ahorra ninguna fase de sufrimiento.
Esta es Nuestra Señora de Guadalupe, la Virgen y la Madre que da lo mejor de sí misma a Dios y a la humanidad. Ella nos trae a Jesús. María es la que guarda, custodia y conserva todo -las alegrías y los sufrimientos- en su corazón.
Recordemos que esta advocación aparece cuando está naciendo una nueva cultura mezclada: hispanoamericana. Se acuña todo el mestizaje. María aparece como mestiza e indígena embarazada de su Hijo Jesucristo, que nos trae la salvación y esperanza, como lo hace Dios.
Que Nuestra Señora de Guadalupe bendiga también a nuestra querida Amazonía y nos regale una nueva esperanza, en medio de esta pandemia y tantas pequeñas-grandes angustias que nos envuelven
Mons. Adalberto Jiménez
Monasterio de Coca, 12 diciembre 2020