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UN HITO, UN PARTO

La Corte Constitucional que acaba de fallar en el caso La Cocha que, cuando se trata de muertes, los conflictos indígenas serán juzgados por las leyes ecuatorianas, hace ahora alusión a la muerte de dos waorani y la matanza ulterior de taromenani de inicios del año pasado. Uno de sus integrantes, con algo que no puede llamarse modestia, califica su pronunciamiento de Hito.

En el documento -de más de 30 páginas- la Corte Constitucional (CC) recomienda que se juzgue a los 17 waorani bajo los principios de interculturalidad. “Se tiene que tomar en cuenta su cosmovisión, su realidad social. No solo desde el punto de vista occidental. Nuestra Constitución establece que estamos en un Estado intercultural”. Así lo dio a conocer anoche Antonio Gagliardo, integrante de la CC, en una entrevista vía telefónica con EL COMERCIO. Anoche, durante la entrevista, Gagliardo sostuvo que sesionaron “muchas horas” y consideró la resolución de la Corte Constitucional como un hito jurídico e histórico (El Comercio, 7/8/2014).

Por mi parte he quedado más que asombrado ante tamaña y fantástica revelación. ¿Se le ocurriría a alguien juzgarlos sin tener en cuenta su cosmovisión, su realidad social? ¿Algún ecuatoriano desconoce que la constitución proclama un Estado intercultural? Cuanto más evidente es un tópico, más estéril es. ¿Hay algo más obvio que las dos consideraciones de la CC? Pocas cosas tan desatinadas como una declaración que no tiene nada que comunicar. El asunto es dilucidar en qué consisten su cosmovisión y realidad social y cómo se activaron y pusieron por obra en el caso. Para no decir sino eso, nos sobraron horas de sesión y todos estos meses de espera.

En enero pasado, representantes de los waorani pidieron a la Defensoría Pública la protección para los 17 indígenas investigados. Ese día, Alicia Cahuiya, vicepresidenta de la nacionalidad Waorani del Ecuador manifestó: “Para nosotros es difícil salir de la selva e ir a la cárcel. No estamos acostumbrados a esa comida ni a estar encerrados, ahí adentro se van a morir” (El Comercio, id.). ¿No era mucho más importante responder a cosas tan urgentes y dramáticas como ese llamamiento? Los presos parecen estar de rehenes en un aparato de Justicia que, hasta ahora, da toda la impresión de no saber qué hacer con ellos. Con este hito de la CC no saldremos de dudas.

Más bien la confusión aumenta. Lo mismo que con el punto C/ en la resolución de la CC sobre el caso La Cocha: Es obligación de todo medio de comunicación público, privado y comunitario que para la difusión de casos de justicia indígena, previamente se obtenga autorización de las autoridades indígenas concernidas… ¿Habría que consultar a los taromenani? ¿Deberíamos hacer caso, en este caso, a Cawetipe, presidente entonces de Nawe, que afirmaba en su momento que hubo más de 30 muertes, o al vocero Yeti que asegura lo contrario?

Jorge Yeti, vocero de la comunidad Yarentaro de la Amazonía, insistió que la Corte –que sesionó ayer durante más de siete horas– debía pronunciarse a favor de los huaoranis detenidos en Orellana. “La petición que hizo la comunidad es que los siete compañeros queden en libertad porque no hay evidencia, no hay cadáveres, no hay muertos. La Fiscalía acusó y dicen que hay imágenes, pero no hay evidencias”, recalcó. (El Universo 7/8/2014)

Algunos supuestos hitos son solo una selva inextricable de palabras. Se construyen para perderse ahí. Me gustaría no acertar con mi predicción. Pero todo apunta a un lavamiento de manos general. Al mismo tiempo que a un control férreo de la información, a un enterramiento de nuestro trabajo UNA MASACRE OCULTADA. Están los hechos y está la verdad que difuminan, y no coinciden necesariamente. Quizá la orden es: si alguien tiene que decir algo, que dé un paso al frente y se calle.

 

Miguel Ángel Cabodevilla

8/8/2014

 

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