La noche oscura de Mons. Alejandro Labaka
Quien escribe estas líneas, narrando acontecimientos de hace 45 años, no lo hace de oídas. Fui testigo en los años del posconcilio de los acontecimientos que sucedieron en la Orden capuchina en Ecuador, en la misión capuchina de Aguarico. Conocí en esos años a Mons. Alejandro LavaKa. Conversé con él. Como todo creyente Alejandro LavaKa tuvo su noche oscura. ¿Qué sucedió?
El posconcilio en la Orden capuchina en Ecuador
La Orden capuchina en Ecuador tiene su origen en el año 1873. Este primer capítulo de su historia durará hasta el año 1895, año en que el partido liberal expulsa a las órdenes religiosas del Ecuador. Regresan los capuchinos en 1951. Y ya en 1953 se inicia en la Amazonía ecuatoriana la Misión capuchina de Aguarico. En 1969 Mons. Alejandro labakA es Prefecto apostólico y trabajan con él unos 20 misioneros capuchinos. Y en ese año presenta la renuncia a Prefecto apostólico. Es el año de su noche oscura. ¿Qué le sucedió?
Los cambios en la Orden capuchina a raíz del Concilio
El Vaticano II concluyó el 8 de diciembre del año 1965. Mons. Alejandro participó en la última sesión. Regresó a su misión pletórica de proyectos. Pero se van a dar circunstancias en la orientación misionera de los capuchinos. La misión capuchina de Aguarico se había desarrollado económicamente: poseía terrenos en la población de Coca, con una granja de 700 cabezas; se instaló una fábrica de ladrillos importada del extranjero; se adquirió una avioneta manejada por un piloto capuchino… Para algunos misioneros esto era dar la impresión de riqueza. Se iba reflexionando sobre la fidelidad al carisma de pobreza y minoridad. Iban cundiendo las ideas de no manifestar poder, riqueza, dominio. Y algunos misioneros plantearon dar testimonio desprendiéndose de la hacienda, da la avioneta, de la granja. Hubo pareceres encontrados. Se creó un ambiente de tensión.
Alejandro Labaka y la situación de los misioneros.
El mismo cuenta lo que le sucedió. “He intentado aunar criterios, pero he fracasado; los misioneros están divididos y desorientados hacia dónde va la Misión y por donde debe ir. Entre los misioneros de las diversas opiniones hay quienes no encuentran la paz en la Misión y quieren abandonarla para seguir trabajando en otros sitios.
El mismo cuenta lo que le sucedió. “He intentado aunar criterios, pero he fracasado; los misioneros están divididos y desorientados hacia dónde va la Misión y por donde debe ir. Entre los misioneros de las diversas opiniones hay quienes no encuentran la paz en la Misión y quieren abandonarla para seguir trabajando en otros sitios.
El entra en la noche oscura. Nos lo cuenta:
Me siento mental y psicológicamente cansado; y, a veces, me siento mentalmente enfermo por mi extremada susceptibilidad… Me encuentro sin poder encontrar mi paz interior. Ante criterios opuestos entre un número tan pequeño de misioneros, ante el disgusto de los unos y de los otros, y proyectos de abandonar la Misión por ambas partes.
Esta fue su noche oscura, provocada por acontecimientos históricos. Más aún, no solo en la Misión se daban estas circunstancias, sino también en la Orden capuchina en Ecuador: los capuchinos se desprendieron del gran edificio de la Concepción en Quito, edificio construido por Alejandro Labaka cuando fue Custodio. Él lo siente así: También es motivo para mí de descontento y desconfianza pensar en toda mi actuación anterior como Superior y Custodio. Recuerdo el impulso que me esforcé en dar a las grandes obras de la Custodia como colegios de formación, conventos nuevos, escuelas y parroquias, hoy por todos criticados y tan en discordancia con el espíritu de nuestras nuevas Constituciones.
Cómo vivió Alejandro su noche oscura
- Se retira a participar en ejercicios espirituales que ha organizado la Custodia de Ecuador. Estos ejercicios los dirigió el capuchino Ignacio Larrañaga, destacado fundador de Las experiencias de Dios y Talleres de oración.
- Acude a su Padre espiritual para conocer la Voluntad de Dios.
- Y luego escribe a su Ministro General de la Orden.
- Busca solamente la voluntad de Dios, en la oración y el discernimiento espiritual.
Su disposición personal de seguir en la Misión como simple misionero
Lo escribe él: Pido se me releve de mi cargo de Prefecto Apostólico, permitiéndome rehacer mi vida como simple fraile capuchino.
Y así lo hizo. Después de todas las gestiones pertinentes para presentar su renuncia a la Nunciatura, se tomó un tiempo de descanso y regresó a su misión de Aguarico como un misionero entre los demás. Se dedicó a las minorías étnicas, especialmente a los Huaorani.
13 DE ENERO DEL ANO 2016
Fray José Antonio Recalde ofmcap
Vicepostulador