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Petróleo – Solo interesa el petróleo

 

Frases que se han dicho y se siguen diciendo en torno al Yasuní y al petróleo: ‘la mayor “mina verde” del Ecuador está en el Parque Nacional Yasuní’ y ‘la mayor “mina negra” (petróleo) del Ecuador está en Yasuní’. ‘Una de las mayores reservas ambientales de la naturaleza está en Yasuní’ y ‘esa reserva ambiental del Ecuador está rodeada e invadida por compañías petroleras (5)’. ‘Una de las mayores reservas de petróleo de Ecuador está en el Yasuní’ y ‘ese petróleo del Yasuní-ITT que iba a quedar en tierra, ya lo están explotando’.

‘Del Yasuní solo interesa el petróleo’, ‘de las comunidades indígenas solo interesa el petróleo’, ‘de la selva solo interesa el petróleo’, ‘del río Napo solo interesa el petróleo’, ‘ de los pueblos no contactados y la Zona Intangible solo interesa el petróleo’, ‘ del trabajo de los obreros de las comunidades solo interesa el petróleo’, ‘de las ciudades y colegios del milenio solo interesa el petróleo’, ‘ de los convenios, del 12% y de los proyectos solo interesa el petróleo’, ‘ de todo este petróleo solo interesa la plata’.

La propaganda sobre las bondades del petróleo empleada en el discurso de la “consulta previa”, se limita a habilitar “talleres informativos” con altos presupuestos, para hacer de los afectados oyentes pasivos de una charla ininteligible sobre lo que el estado ya había decidido hacer de ante mano. Debido a la ausencia de un diálogo adecuado y sin canales de comunicación eficaces las disputas sobre las acciones inconsultas del Estado son siempre un punto de quiebre.

Resulta difícil distinguir, en principio, esa imperceptible red de bondades de la que hablan, a la que se protege y apoya más bien, que cuenta con símbolos deslumbrantes de lo que es propaganda: el yasunízate; los encendidos discursos en disputa con la burguesía corrupta nacional y el imperialismo; la política de emancipación económica que actúa de una forma coordinada dentro de un modelo de gobierno en salud, educación, inclusión social, bonos, distribución de ingresos, obras grandiosas. Entre todos los símbolos el más potente era el de conservar el petróleo bajo tierra en el territorio del Yasuní-ITT que tiene una significación utópica para los jóvenes y la clase media.

Es una preocupación también, el cómo entender el evidente alineamiento político de la Corte Constitucional con el gobierno que le permite la explotación del Parque Yasuní a pesar de la claridad de la letra de la ley y la evidencia de avistamientos en él de pueblos no contactados. Preocupa cómo se entiende los términos “consulta libre” en el Art. 47 que exige, que las comunidades tomen las decisiones sin presiones ni argucias que lleven a dudar o confundir, que se evite cualquier tipo de represalias u otros factores externos que incidan por el temor en sus decisiones y que la “información” (Art.47) abarca una serie de elementos importantes como la naturaleza, envergadura, ritmo, reversibilidad y alcance del proyecto, áreas a ser afectadas, evaluación preliminar del impacto económico, cultural y ambiental (SNH, 2009), que no son tomados en cuenta.

lncluso la OIT dice que se puede contar con asesores que expliquen de manera clara y detallada los alcances de los proyectos de exploración y explotación de los recursos naturales de los territorios comunitarios; y se conozcan los impactos que pueden provocarse, así como el tipo de personal que intervendrá, el derecho a la “participación en los beneficios” del proyecto y a limitar intromisiones no autorizadas en sus territorios y recursos (OIT. 169). Estos derechos están determinados por leyes internacionales y nacionales, por lo tanto serían de directa e inmediata aplicación ante cualquier autoridad competente; porque podemos hablar de igualdad jurídica y pasar por alto una historia de discriminación, explotación, genocidio, pobreza y violaciones de los derechos ancestrales. Esto requiere una legislación humanitaria que tenga en cuenta estas necesidades y no seguir en lo mismo, pues todo eso a la final se lo considera como no vinculante.

Ante esta prepotencia del gobierno las comunas se sienten amenazadas en su constitución jurídica, temerosas de vivir en situación irregular permanente y en manos del Estado; no se atreven a ser denunciantes ni testigos de los delitos y abusos ambientales que las empresas cometen, a defender los derechos de la naturaleza, los derechos humanos y constitucionales con abogados, contra los que se les pone en guardia. Temen ser detectados como opositores, se sienten señalados, anulados y descartados. A los que intentan realizar cualquier reclamo legal los inscriben en la lista negra. La protesta está sancionada dejándoles sin trabajo y sin participación en las compensaciones o se los cambia de puesto en la cuadrilla; reciben amenazas graves de represalias y les hacen enfrentar entre familiares, dividiendo las comunidades. A la final, prefieren quedarse con las migajas que caen de la mesa de los pagadores de la compañía antes que quedarse sin pan ni pedazo, además de las mil argucias de los “relacionadores comunitarios” que les llenan de incertidumbre y les crean graves situaciones familiares y comunitarias.

De hecho, los relacionadores comunitarios son un gran obstáculo social, personal y comunal para el acceso a la justicia, la equidad y la obtención de los demás derechos constitucionales, dando lugar a la impunidad de los victimarios de mono azul, casco blanco y libreta al bolsillo. Muchas veces las denuncias comunitarias son anónimas (todos a una) para disimular el miedo real que sienten los voceros comunitarios. No se presentan individualmente reclamos para evitar su eliminación laboral y no los descarten el acceso al sueldo mínimo que pagan. Muchos comuneros son avocados a la clandestinidad y silencio, puestos en situación de sospecha que produce frecuentemente miedo hasta para usar los sistemas de salud de las empresas, transporte, traslado a hospitales por enfermedad si no simpatizan con ellos: dificultad de enviar a los hijos a la escuela o presentar solicitudes de empleo en instituciones si para más inri no son socios del partido en el poder.

Comunas originarias del Bajo Napo ecuatoriano que intentaron mantener su autonomía comunitaria, como otorga la constitución, negándose a la “consulta previa” han tenido que entrar al camino trazado por el sistema petrolero para no ser víctimas y criminalizados. Es como si se hundiera el barco de la libertad en el que navegaban ancestralmente, se sienten auténticos expatriados en su propia tierra, pues deben cruzar la frontera de la lengua y de la cultura, dejando atrás modelos de vida propios y territorios autónomos entrañables, con el único fin de no ser excluidos y entrar en el mundo mágico donde se participa de los beneficios del sistema, que la mayor parte de las veces no es lo que les decían, lo que ellos esperaban y que les destruye su hábitat y armonía.

Los ancianos de las comunas naporunas sienten una gran preocupación por el futuro. Procuran entender sin socialización alguna el modo en que serán beneficiados por el petróleo y los mega-proyectos (Manta-Manaos). Solo les quedaría acudir a las visiones del ayawaska. Ven que la extracción de recursos naturales aprobada en las supuestas campañas de “la consulta previa” es “botín de pocos”. Son testigos de las artimañas de los “relacionadores comunitarios” y de algunos comuneros que se venden para agarrar el dinero y el poder. El tener trabajo y un “puestito” en la compañía es el precio de lo que vale una comunidad que se vende. Por otra parte, se enfrentan con la manipulación de la opinión pública y los contenidos de las informaciones oficiales, definidos según los intereses del sistema de desarrollo que se ha impuesto en la zona.

Es necesario una toma de conciencia de la realidad que se vive en la región petrolera del Bajo Napo ecuatoriano. El naporuna se ríe siempre y no entiende, toma mucha cerveza y se hace cada vez más violento e insolente con la comunidad. A propósito de esto: hace unos meses la audición a través de los medios de comunicación del mundial de fútbol del Brasil los llevó a ser unos expertos en la materia y enterados de la vida privada de cada uno de los futbolistas, sin importarles el futuro de los jóvenes, presos de la propaganda, de los tablets y smartphons, del alcohol, la ociosidad estudiantil, la violencia familiar y social, la prostitución y el uso de anticonceptivos de todo género, llegando a situaciones culturales límite de formas de vida y falta de autoestima y dependencia que congelan el corazón.

 

Achakaspi

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