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El desorden organizado

La mano negra

Organizar el desorden es como un diseño de ingeniería del ilusionismo, según el cual todo es pura apariencia. No se trataría de ver las cosas según el color del cristal con que se mira, sino de una rara habilidad para hacer juegos de artificio que distraigan la atención del público. Una suerte de prestigitación que una vez que logra escamotear la realidad resulta una maravilla, un show perfectamente cruel.

La comitiva que acompañaba al Sr. Presidente desde Quito en su viaje al corazón de la amazonia, Yasuní ITT, para la inauguración de la Unidad Educativa del Milenio de Nuevo Rocafuerte el 6 de Noviembre del 2014 estaba compuesta por 3 helicópteros, un nutrido grupo de ministros con sus amigos y la prensa nacional y extranjera. En Quito habían sido convocados a las 3 de la mañana frente al edificio de la TV del Estado, para de allí desplazarse de inmediato en buses hacia el aeropuerto de Latacunga. Sin motivo aparente esperaron estóicamente 3 horas, aguantando el frío mañanero del Pichincha antes de salir para este primer destino y tomar seguidamente el avión rumbo al Coca. Todo se dio por bien llevado con tal de disfrutar de este viaje al nunca jamás visto y desconocido paraíso del petróleo, pintado tantas veces como la antesala del Edén, donde brota el hidrocarburo, que eliminará la pobreza y hará grande la patria ecuatoriana. Con él se erigen hospitales y colegios en los que se imparte una educación de calidez y calidad para la constitución de la democracia, con una ecología que alberga especies incontables y sobre la que revolotea el multicolor papagayo, la resplandeciente mariposa, chillan los monos aulladores y rugen los pumas.

Los helicópteros salieron de Coca para Rocafuerte con 4 horas de retraso, pues no funcionaron algunas diligencias del protocolo, relacionadas con la información del objetivo de la visita y donde se sirvió a los acompañantes el único bocadillo del día. La entrada a la selva bien merece un ayuno de purificación para estar prestos al encuentro con el hombre noble, altivo y soberano dueño de estos espacios boscosos, los misteriosos y liberrimos tagaeri-taromenani y la ecología prístina. Una oportunidad única de leyenda después del impase sobre el “sendero ecológico“ entre el gobierno y el Dr. Massimo de Marchi, graduado en hombre y ambiente por la universidad de Padova (Italia), que la petrolera Petroamazonas EP había construido en pleno parque de la biósfera del Yasuní, estableciendo un récord de mínima afectación de la ecología de la selva de solo el 1 x 1000, con puentes elevados sobre las copas de los árboles para el paso de los monos araña y túneles bajo tierra para el tránsito de los animales terrestres.

Con tanto retraso se encogió, aún más el tiempo con el que contaban para cumplir la apretada agenda del día; sin embargo intentaron recuperarlo con retazos de prisas, disculpas y apaños de los destiempos. En Rocafuerte, además se desencadenó una impresionante y furiosa tormenta que retrasó alrededor de hora y media el escuálido horario del viaje a cumplirse. Un tour en 4 actos en el que se confundieron todos y no funcionó nada:

  • 1ro. La inauguración de la Unidad Educativa del Milenio de Nuevo Rocafuerte, en la que la prensa no estaba interesada en absoluto. Total, más de lo mismo.
  • 2do. El Yasuní por dentro. Sendero ecológico. Este era el plato fuerte, punto de interés e importante sobre manera para la prensa y acompañantes, cuyo incumplimiento trajo sus consecuencias.
  • 3ro. Visita a la planta de producción eléctrica a partir del gas de petróleo en Pompeya, (bloque 16 de Repsol). Faltó tiempo.
  • 4to. Final del viaje en Coca. Diálogo con periodistas e información del Presidente sobre el “Sendero Ecológico“. No se cumplió, pues no funcionó el powerpoint.

Sobre la grandiosa obra que se inauguró en Nuevo Rocafuerte precisó “que siempre debió ser así. Ya no deberán envidiar a los planteles educativos que funcionan en Quito o Guayaquil. Ahora tienen la Unidad del Milenio que cuenta con toda la infraestructura para que reciban clases de calidad y calidez. La Unidad del Milenio cuenta con dormitorios,viviendas y comedores para que maestros y alumnos coman y se alojen en el establecimiento. Para quienes no deseen o estén más lejos el Ministerio de Educación ha previsto de transporte. Además el internado albergará a 140 chicos“ (el Ciudadano). Cuenta con servicios completos, autónomos en electricidad, agua potable, reciclado de basuras y colector de aguas hervidas, calles interiores empedradas de ladrillo multicolor y cubiertas de baldaquino transparente, aunque llueva no se mojarán. Un amplio campus estudiantil rodeado de un elegante muro de tubos de metal galvanizado que lo separa de de las pobres casitas y entorno selvático del exterior. Ocupado por edificios funcionales rigurosamente cuadrados, grandes y medianos de un piso de altos, pintados de blanco hueso que llenan materialmente el interior. Jardines de flores y graciosas palmeritas, canchas de carpeta sintética y bien dibujada para fútbol, basket, indoor, balonmano y voleibol y hasta un ascensor para subir al único piso, adosado a la sala de profesores ¡Una tacita de plata para pelucones indígenas!. Internet de banda ancha y laboratorio de comunicaciones, en el futuro disponible para el público. La biblioteca y flamantes laboratorios de física, química y ciencias naturales. “Los padres de familia podrán llegar y hacer uso de las instalaciones para aprender junto a sus hijos“.

Ciertamente es una estructura de ensueño para este lugar. La Atenas del Yasuní ¡Se pasaron!. Con unos recursos y materiales didácticos de punta, la última palabra en educación se ha dado cita en Nuevo Rocafuerte, en las selvas del Yasuní-ITT. Contrasta todo ello con el entorno humilde del pueblo, la pobreza de las comunidades aledañas, los niños con los pies descalzos y los profesores de las antiguas escuelitas, a quienes se les ofrece la profesionalización en 6 años (aún no programada), bachilleres sin excelencia, los mismos de antes y sin internet en sus casas para prepararse. En el pueblo, mientras tanto la luz es de la peor calidad, no se cuenta con un servicio telefónico convencional ni con internet continuo y la provincia no dispone de técnicos electrónicos diplomados como se requiere. El adoquinado de las calles está desnivelado y las aceras rotas, llenas de huecos y resquebrajado el cemento. ¡El pueblo sueña y espera en antiguas y nuevas promesas: la nueva ciudad del bioconocimiento Yasuní, el puerto fronterizo del Manta-Manaos, el arreglo del aeropuerto de la Misión y el malecón! Los bienes públicos son de todos y no de unas instituciones o de una persona en particular.

A partir del despegue desordenado de los helicópteros de Nuevo Rocafuerte, entrada ya la tarde, el descalabro de la expedición fue total. Los aparatos se perdieron al no funcionar entre ellos la señal de radio y la conexión celular (según dicen): Salieron en pleno diluvio, nadie sabía dónde estaba nadie y cada uno aterrizó donde pudo y en el sitio equivocado de esta selva inhóspita. Solo el helicóptero del Sr. Presidente se posó en el lugar correcto del campamento de Petroamazonas en el río Tiputini (bloque 31). Desde ahí visitó en solitario, con algún camarógrafo el “sendero ecológico“. Los otros dos helicópteros tocaron tierra en Pompeya, a bastantes kilómetros de distancia, en la carretera de la compañía Repsol (bloque 16), donde fueron recibidos amablemente por los relacionadores comunitarios de la compañía española que hicieron de expertos azafatas de los periodistas, guiándoles en pequeños tours y orientándolos por las inmediaciones de la planta eléctrica de gas. Hasta eso fallo. Pues debido a la premura del tiempo se dio la orden de volar aceleradamente al Coca (ya anochecía). Además del forzoso ayuno, los reporteros, fotógrafos y chicos de la prensa se quedaron sin pan ni pedazo: no pudieron ver ni fotografiar el mítico “sendero“, ni caminar por el Yasuní por dentro, ni informar a sus respectivas centrales por falta de sistema. Ningún reportero logró conocer ni fotografiar los secretos del parque más biodiverso del mundo ni ha podido contemplar sus maravillosos encantos propios de Alicia en el país de las maravillas.

En el discurso que el Sr. Presidente pronunció en Nuevo Rocafuerte ese día, unos minutos antes de partir hacia el discutido sendero del parque Yasuní ITT que continúa esquivo e intransitable excepto para unos poquísimos privilegiados, indicó que “la explotación petrolera será responsable con el medio ambiente y que se hace en 120 hectáreas, que equivale al 0,12 por mil del total“ (el Ciudadano).

En este contexto, dijo, que “hará un recorrido por la zona de intervención, acompañado de periodistas para demostrar que no se ha construido una carretera de 60 metros de ancho como afirman los grupos de oposición“ ¿Quién ha podido hacer afirmación tan sin sentido, fuera del gobierno?. El reglamento de explotación hidrocarburífera admite una anchura de 30 metros (derecho a vía) para evitar el peligro de la caída de los gigantescos árboles sobre la carretera, que luego se reforesta. El espacio carrozable en ambos sentidos tiene unos 8 metros ancho.

¿Qué motiva tales afirmaciones, cuando en todas las carreteras del parque Yasuní lo están haciendo desde que el petróleo se adueñó de la zona prohibida?. ¿Quién ha creado el misterio en torno al Yasuní? ¿Cómo es el Yasuní por dentro? ¿Quien se ha inventado los misterios del Yasuní y para qué? Después de la bullada visita del presidente el silencio se ha hecho más opaco y sin sentido. Aunque a niveles altos se ha hablado rudamente. Los naporunas dicen que la selva tiene ojos, orejas y boca; que se sabe todo, se oye todo y se hace todo. Desde el principio se sabía que la explotación del Yasuní iba porque iba. Aunque el gran público, desde Pañacocha a Quito, hacia el resto del Ecuador y hacia el mundo se empeñaba en afirmar que el petróleo quedaría bajo tierra, los que vivíamos de Pañacocha, río Napo hacia abajo (150 kilómetros) sabíamos que no estaba sucediendo así como se creía. Siempre funcionó el plan B. Los trabajos de sísmica, la política divisionista, las confrontación y la compra de conciencia de los comuneros por parte de los relacionadores comunitarios de las compañías nunca cesaron. Se acentuaron sin ningún rubor en el último año antes del anuncio de su definitiva explotación con la campaña mediática de la consulta previa (Diciembre, 2013). Nadie lo quiso ver, pusieron la cabeza bajo el ala como el avestruz. Esta actitud de la sociedad hizo más osadas a las petroleras.

Actualmente después de esta fallida visita del “desorden organizado“ por alguna mano negra, el grupo de “AVANZADA” u otra casualidad, sigue el mismo silencio general, el ilusionismo de distracción del pueblo y de la prensa. Después de esta importante fecha ha caído el manto del olvido: nada se pudo ver, no se tiene ni una simple foto (a parte de las oficiales) ni reportages. Lluvia, tiempo (prisa) y hambre. Nadie sabe nada.

¿Qué podemos saber del “Yasuní por fuera“?. Mucho. Del lado del río Napo está cercado de carreteras, ciudades y colegios del milenio, tuberías, gabarras inmensas, raudos deslizadores, muchos puertos sobre el río con sus bellas y cómodas construcciones habitacionales y de descanso para el personal de las compañías y guarniciones militares que vigilan el libre tránsito. Hagamos un recorrido: puerto de Pompeya de la compañía Repsol con sus carreteras petroleras exclusivas y su resguardo militar; puerto de Itaya de Petroamazonas, con su respectivo resguardo militar y carreteras exclusivas; gran puerto en Providencia del proyecto Manta-Manaos con su inmenso muelle en construcción de $ 17 000 000; puerto del Edén del bloque 15 de Petroamazonas EP (ahora Schlumberger) con sus carreteras petroleras exclusivas y la guarnición militar; puerto de Chiru Isla de Petroamazonas EP (bloque 31) y de Petroriente (China). Los chinos llegaron a este puerto con su bloque 14, como dueños y señores. Todo regalado, a mesa puesta, hasta los relacionadores comunitarios les prestaba Petroamazonas EP con sus respectivas carreteras, viviendas exclusivas y guardias. Este puerto es la puerta de entrada al “sendero ecológico“; puerto de Puerto Miranda del ITT (bloque 43), el más moderno y actualizado, con hotel turístico flotante incluido para el personal técnico y sus amplias carreteras que enlazan las plataformas petroleras de San Carlos (donde próximamente se construirá otro puerto), Patas Urku, Yana Yaku y Tambu Kucha en la zona de amortiguamiento del parque.

“El Yasuní por dentro“. Sabemos que alberga especies incontables de seres vivos: vegetales, peces, pájaros y animales innombrables, aun desconocidas para la ciencia. Las cámaras fotográficas trampas colocadas en la espesura captan la presencia nocturna de fieras y animales que cruzan con tranquilidad ante ellas y caminan como Pedro por su casa por el “sendero ecológico“. A ellos hay que protegerlos a como dé lugar. Su presencia es el gran y único argumento “selfie“ en que los animales se sacan foto a sí mismo. Es una prueba de que la explotación petrolera es responsable y no contaminante. Son una muestra de la vocación ecológica del gobierno, aunque de día abundan los carros, volquetas, tractores y maquinaria pesada que compiten con ellos y muestran la cara petrolera y contaminante del gobierno que se quiere ocultar. En él viven también los pueblos Tagaeri, Taromenani y otros pueblos indígenas, ocultos y amenazados de exterminio por la explotación petrolera, forestal y colona, a los que hay que invisibilizarlos. Son un problema y sería mejor que no existieran. Se ha intentado varias veces eliminar y borrar de la selva a estos fantasmas de pesadilla que defienden con lanzas sus territorios. Sus casas, pisadas y fotografías no son garantía de su existencia ni prueba de la cruel realidad de sus muertes matadas. Ante estos “salvajes“ la justicia tiene que mostrar crueldad y muerte, ante los animalitos del “sendero“ orgullo, ternura y protección. En Ecuador pocos son capaces de defenderlos y cuesta muelas y montañas de documentos para demostrar las sangrientas injusticias, matanzas fatales e interminables alegatos de defensa, siempre refutados como no comprobados por el Estado y las instancias del gobierno. Hay que acudir ante la CIDH y otros tribunales de DDHH para probar la evidencia de las masacres. Cuando la política se vuelve espectáculo, la lógica del ilusionista se convierte en raón de estado.

“El Yasuní profundo“. El Yasuní ha sido violado por cientos de profundas penetraciones de taladros y carreteras que ollan su prístina ecología y urgan en sus entrañas para chupar el petróleo, tantas veces prometido con dejarlo bajo tierra. ¡La sangre negra de la madre selva violada!.Desde Pompeya la carretera penetró más de 120 kms hasta Dicaron y Yarentaro, de trágico recuerdo. Desde el Edén se penetra hasta la laguna de Yuturi y el río Tiputini. Desde Chiru Isla hasta la estructura Apaika a más de 25 kms por el sendero ecológico y de Pto. Miranda hasta Tambococha a más de 15 kms hasta las plataformas direccionales de Tambo Cocha. Estaba prohibido tocar el Yasuní-ITT, protegido por “mama“ Constitución y la varita mágica del hada madrina de la sin par iniciativa Yasuní-ITT. De pronto apareció la vieja bruja, verrugosa y barbada de Petroamazonas que con una carcajada sarcástica aniquiló el lindo „yasunízate“ de ensueño y todo se volvió feo.

Achakaspi

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