CUIDAR LA CASA COMÚN DONDE NACE DIOS
Es Navidad y el Hijo de Dios, se hace de nuevo presente en medio de nuestro mundo, ahora, agobiado por una pandemia que azota a la humanidad, demostrando la vulnerabilidad del Ser humano. Este niño que ahora nace es el mejor regalo que una persona puede recibir en esta tierra: El Verbo Encarnado, que es Dios y Hombre a la vez, para curarnos y salvarnos.
Desde la Amazonía ecuatoriana la Red Eclesial Panamazónica, REPAM Ecuador, envía este mensaje a toda la Iglesia y a todos los que habitamos la Casa Común, para acoger el misterio que nace en ella y que se hace Dios y Hombre, para acercarnos a Él y hacernos más humanos.
Celebrar la navidad hoy es una invitación a tener la valentía del Profeta para anunciar la vida que transcurre de manera variopinta en la Amazonía, en la Costa, en la Sierra, en Galápagos y denunciar todo aquello que mancha y mata la vida de la Casa Común y la vida de nuestros Pueblos, quienes, durante miles de años, han cuidado y respetado la tierra como a una madre.
En esta navidad queremos invitar desde la Amazonia a toda la Iglesia y a todo un país, a qué reaccionemos como hermanos y recordemos las palabras del Santo Padre: “Nadie de Salva Sólo, nos salvamos juntos”. No nos quedemos viendo la explotación y agonía de la selva, de nuestros campos, de nuestros ríos y mares como si no nos afectara, como si no fuésemos parte de un mismo cuerpo, en Cristo.
Enfrentamos una pandemia más grave que el mismo virus y son esos intereses destructivos y de poder que invaden nuestros territorios, que corrompen los corazones, destruyendo todo a su paso. Por eso en esta navidad, dejemos la indiferencia a un lado y con la fragilidad del Niño Jesús, sigamos viviendo el Sínodo de la Amazonía, convocado y realizado gracias al Papa Francisco para que caminar juntos, cuidando la vida frágil de las otras personas y de los ecosistemas, ayudando a los pueblos de la selva, cuidando a la Amazonia, protegiéndola de tanta deforestación y contaminación. Aunque no vivas en ella y seas de otra región del país y del mundo, ¿Estás dispuesto a hacerlo?
Ayudemos a este niño, Buen Samaritano, ayudémosle en su misión salvadora que viene a curar la Vida del Hombre y de la Casa Común.
¡Feliz Navidad a todos!
Fraternalmente.
Mons. Adalberto Jiménez. OFMCap
Vicario Apostólico de Aguarico
Presidente de REPAM Ecuador